Mayumi no solo es una maestra de ballet, es un símbolo de la resistencia, la dedicación y el amor por la cultura, a pesar de las dificultades. Su historia es más que una simple narrativa de lucha personal; es una reflexión sobre las decisiones equivocadas de algunos funcionarios públicos, quienes, sin preparación ni visión, han marginado su labor, despojando a la comunidad de la oportunidad de seguir aprendiendo y creciendo. La historia de Mayumi es la historia de muchos, y también es un llamado a la reflexión y acción para cambiar la manera en que se manejan los recursos y las personas en la administración pública.
El Arte de Mayumi: Entre Japón y México
Mayumi no llegó a México por dinero ni por fama, sino con el deseo genuino de compartir su amor por el ballet con aquellos que no tienen acceso a espacios de alta cultura. Su educación, una que la posiciona entre las mejores del mundo, proviene de algunas de las academias más prestigiosas de Europa, como las de Inglaterra y otros países de primer nivel. Además, su ascendencia japonesa le otorga una visión única y una disciplina que ha trasladado con mucho amor y respeto a los alumnos que la han acompañado a lo largo de los años.
Como japonesa, Mayumi creció aprendiendo que la disciplina, el esfuerzo y la dedicación son esenciales en la vida. A lo largo de su carrera, ha perfeccionado su técnica y enseñado ballet en zonas lujosas, sin embargo, decidió venir a México a compartir su arte en zonas humildes, como las de Gustavo A. Madero. Mayumi no lo hizo por dinero, sino por una razón mucho más profunda: el deseo de abrir puertas a niños y jóvenes que no tienen acceso a academias costosas, y mostrarles que la cultura es un derecho, no un lujo.
Desafortunadamente, su esfuerzo y dedicación no fueron suficientes para algunos funcionarios públicos de la administración de Chigüil, a cargo del inmueble en Santa Rosa en 2020 , sin el conocimiento adecuado ni la capacidad de valorar el impacto positivo de la cultura en la comunidad, decidieron correrla de su puesto. Al igual que otros talleristas, Mayumi fue marginada sin explicación ni justificación alguna, solo por intereses políticos que no entendían la trascendencia de su trabajo. Esta es una decisión que refleja la falta de preparación de aquellos encargados de gestionar espacios culturales y comunitarios, pues si bien Mayumi podría haber enseñado en lugares mucho más exclusivos, decidió dar parte de su tiempo a aquellos que más lo necesitaban.
Lo que ocurre en situaciones como esta no solo es un golpe para los artistas y maestros como Mayumi, sino también para las comunidades que pierden la oportunidad de acceder a proyectos culturales que fomentan el desarrollo social y personal. En este contexto, Colonias Amigas busca visibilizar historias como la de Mayumi, pero también hacer un llamado a la reflexión. Los funcionarios deben asumir su responsabilidad y revisar a quiénes colocan al mando de estos espacios tan cruciales para el desarrollo cultural de la comunidad.
La historia de Mayumi y su experiencia en la alcaldía Gustavo A. Madero debe ser una lección para todos, una lección que exige revisar cómo los recursos y el talento son gestionados en las comunidades. La política pública debe estar al servicio de la cultura, no de intereses personales o políticos que limitan el potencial de los individuos y comunidades. En lugar de excluir a quienes ofrecen lo mejor de sí mismos, como lo hizo Mayumi, debemos aprender a valorar y promover el talento que contribuye al crecimiento de nuestra sociedad.
La Cultura Como Motor de Cambio Social
La historia de Mayumi nos recuerda que la cultura es mucho más que una disciplina artística; es una herramienta de transformación social. Alguien que ha estudiado en las mejores academias de Europa y ha llevado su arte a los rincones más necesitados de nuestra ciudad, demuestra que el verdadero propósito de la cultura es la inclusión y el acceso para todos. No es posible que funcionarios públicos sin preparación alguna sigan tomando decisiones que afectan el bienestar colectivo.
Hoy, invitamos a todos a conocer la historia de Mayumi y de tantas otras comunidades que luchan por un espacio en el que la cultura y el arte puedan florecer. Si tienes una historia que contar, si eres parte de una comunidad que necesita ser escuchada, queremos saber de ti. Juntos podemos hacer una lista de lugares y personas que necesitan ser visitados, reconocidos y apoyados. La cultura no tiene fronteras, y el cambio comienza con la acción colectiva.